El miécoles, 24 de febrero tuvimos una salida para visitar la fábrica de tortas Inés Rosales, en Huévar.
Fue muy interesante, pues los niños y las niñas estuvieron muy pendientes de todo el proceso, así como de hacer las preguntas que previamente habían escrito en sus libretas.
El texto siguiente lo escribió María Orta al día siguiente, ya veréis lo completo que está....no le faltó detalles.
"Yo he aprendido en la fábrica de Inés Rosales que...
Habían 120 trabajadores, la mayoría eran mujeres. Entramos en una fábrica muy, muy grande y para entrar...¡nos tuvimos que poner una bata, un gorro y unos papis! Pero fue para que no nos manchásemos nada y que las tortitas no se manchasen.
Al entrar en la fábrica vimos 16 mujeres sentadas en unas sillas al lado de una cinta en la que venían pelotitas de masa y las mujeres las aplastaban, cuando las aplastaban, se les quedaban pegadas en las manos y las metían en unos barreños muy, muy grandes en los que dentro había azúcar, luego las ponían otra vez en la cinta donde iban a un horno de 50 metros. Como salían calientes, no se podían envolver, entonces las metían en una máquina enfriadora y pasaban de una cinta a otra, por lo menos pasaban por 2 o 4 cintas.
Después salían e iban a una máquina que las envolvían y había también una mujer que las envolvía rápidamente, muy rápidamente a mano.Después pasaban por una cinta que juntaba 6 tortas, una encima de otra para empaquetarlas y las pesaba, si no era el peso igual que los otros paquetes, las tiraba a una canasta muy grande. Luego pasaban por una máquina que metía los paquetes en unas cajas muy grandes, metían 4 o 2. Después pasaban por la última máquina que les ponía la tapadera a las cajas.
¡Nos dieron un paquete de 6 tortas! ¡Me encantó ver la fábrica!
Después salimos a desayunar y jugamos un ratito al bingo y ganó Mustafa. Luego salió el curso de 1º, vino el autobús y nos fuimos.
Yo en el autobús fui con Marta y echamos las cortinas para que no nos diese el sol y yo escribí el proceso de las tortitas mientras que Marta se copiaba de lo que yo ponía.
¡Me ha encantado! ¡Nunca había visto una fábrica por dentro!¡Es lo mejor!
Y se me ha olvidado algo, vino el padre de Santiago con nosotros."
María Orta
